jueves, 26 de junio de 2014

Se acabó el colegio, ¿y qué hacemos ahora?

Esta es una época difícil para algunas familias, que se ven con los niños en casa durante todo el día y sin medios u otras personas que les puedan cuidar a los más pequeños mientras ellos están en el trabajo.

Si se puede recurrir a la familia o amigos que nos cubran las horas que tengamos que faltar, todo va bien. Pero si no, se hace casi obligado buscarles actividades extras para que estén cuidados durante ese tiempo.


Según los expertos, es bueno que los niños tengan sus momentos de ocio, de no hacer nada, incluso de aburrirse. Según informa el pediatra Germán Castellano a la revista "El Imparcial",  " el 80%  del tiempo de un día debería ser libre". Disponer de este tiempo libre les ayuda a su desarrollo psicosocial. Según este pediatra no hace falta entretenerles a toda costa, durante el verano es bueno que los niños se aburran.

Si buscamos actividades veraniegas es importante  observar al niño, para saber si realmente disfruta con ellas, no le suponen una obligación, y no le ocupan más de un 20% del día. Es importante que los niños no piensen que siguen una clase. 

La Sociendad Española para el estudio de la Ansiedad y el Estrés, (SEAS) reconoce que existen pocos estudios sobre el estrés infantil. Según su presidente, el catedrático en Psicología Antonio Cano, los niños no se quejan por tener mucha actividad sino por realizar aquellas que no les gustan. 

Un indicador para detectar este problema puede ser las horas de sueño. Dormir poco puede ser un síntoma de estrés, y puede ayudarnos a ponernos en alerta ante este problema infantil, debido a las actividades que a veces realizan mientras no podemos atenderles personalmente.
Una cuestión difícil de resolver, la conciliación familiar, y que a veces puede llevarnos a no detectar las necesidades de los niños.
Suerte y a disfrutar del verano. Con los niños, mejor que mejor, si se puede.


jueves, 12 de junio de 2014

Helados nutritivos para combatir el calor

Por fin ha llegado el calor, y con él el ambiente de verano y vacaciones. 


Es un placer acercarse al mercado y disfrutar de la explosión de color con que las fruterías hacen gala en esta época. Frutas frescas y sabrosas, que ofrecen muchas posibilidades a la hora de comerlas.


Que nuestros hijos coman helados de manera frecuente, no tiene porqué evitarse si los elaboramos en casa con frutas frescas y mucho cariño.

Aunque son muchos los sabores y combinaciones que podemos elaborar, Kids and Travel os propone hacer un clásico, que suele gustar a todos los niños, helado de fresa. 
Para realizar esta receta no se necesita ningún electrodoméstico especial. Por lo que sólo hace falta ponerse "manos a la fruta."


Ingredientes:
700 gramos de fresas, 100 gramos de azúcar, 250 gramos de yogur griego, 250 gramos de nata montada.

Elaboración:
Lavar las fresas, y trocearlas. Se añade el yogur y el azúcar. Mezclar bien y dejar reposar dos horas. Tras este tiempo se pueden triturar o bien machacar si nos gustan los tropezones.
Es el momento de añadir la nata montada, mezclar bien sin que la nata se baje mucho. Pon el preparado en un recipiente de tapa hermética para meterlo en el congelador.
Una vez en el congelador hay que acordarse de moverlo con una espátula para evitar que se hagan cristales, cada hora al principio y luego cada media hora cuando casi esté congelado. 
Para que esté cremoso al consumirlo sacarlo diez minutos antes.

La presentación o el acompañamiento va al gusto de cada uno. Ahora sólo queda disfrutarlo.



Si queréis ver más recetas os recomendamos el siguiente enlace http://www.gastronomiaycia.com/

miércoles, 4 de junio de 2014

Primeros pasos, ¿con o sin zapatos?

Imagino que una de las etapas más cansadas para los padres es cuando los bebés comienzan a querer dar sus primeros pasos. El miedo a que se hagan daño y el afán por ayudarles nos puede hacer estar mucho tiempo agachados o encorvados para estar lo más cerca de ellos.


Por lo general los bebés suelen caminar de forma autónoma sobre los 12 meses, pero se considera normal incluso hacerlo a partir de los 18 meses. 

Lo importante es dejar que cada uno tenga su proceso y que sean ellos mismos los que consigan desplazarse, bien a gatas o dando pequeños pasos. No hay que tener prisa. El mero hecho de ponerse de pie, ya implica hacer ejercicio y le ayudará a ir fortaleciendo la musculatura. Según los estudios de la pediatra Enmi Pikler afirma que la "ayuda" prestada para que caminen nuestros bebés resulta una traba y dificulta alcanzar la autonomía y la postura correcta. Por lo que hay que tener paciencia y dejar que sea el niño quien vaya tomando confianza en sí mismo y cogiendo fuerza para dar sus primeros pasos. 


Todas las fases son importantes. El gateo le permite estimular la musculatura de abdominales y lumbares y fortalecer las piernas, si camina sin estar preparado sus rodillas y caderas sufrirán las consecuencias. También será la primera vez que se conectarán los hemisferios cerebrales gracias al movimiento cruzado de brazos y piernas del gateo.


Si el bebé nos demanda que le ayudemos en todo momento le tendremos que hacer entender que es él quien ha de llegar a los sitios donde quiere.

Incluso pensar que les podemos ayudar con los zapatos es un error, según algunos estudios. El hecho de que la suela de los zapatos le puedan sostener de pie o utilizar zapatos que le agarren el tobillo está desaconsejado. Se recomienda que empiece a caminar descalzo o con un calzado que sea lo más similar a estarlo. Así se le permitirá que el pie pueda hacer todo el recorrido, desde el tobillo hasta el dedo gordo, reforzando toda la musculatura del pie y el tobillo.